En el cuento que leo, de un autor no muy conocido, una mujer se escapa de su casa donde el padre anciano la mantiene cautiva,este la ata en las noches a las patas de su cama, hace que duerma en el suelo y que vele su sueño ,en el día la esclaviza y hace que limpie la enorme casa de treinta ventanas. Unos perros marrones, grandes y feroces cuidan que la mujer no salga de la casa mientras el malvado anciano va a comprar alimentos . La mujer es alta de cabellos rojos y tiene unos cuarenta años aunque esta descuidada es algo bonita,con la belleza de las flores secas.
En un descuido del viejo escapa de la casa y en un viaje muy largo llega a un pueblo lleno de casas viejas con zaguanes y celosías,en la plaza del pueblo encuentra a hombre que de espaldas a ella lleva un sombrero blanco y lee un pequeño libro. la mujer decide preguntarle como se llama el pueblo y toca su hombro para llamar su atención. Entonces al sentir su tibia mano en mi hombro y escuchar su pregunta, le contesto viéndola de arriba a abajo, estas en el pueblo de San Mateo . Creí que eras mas alta y tus cabellos mas rojos ,pero si eres bonita con la belleza de las flores secas,ella ruborizada sonríe,se sienta a mi lado y juntos comenzamos a leer de nuevo el cuento de un autor que no es muy conocido.
Lo etereo se hace eterno. La imaginación vuela en busca de lo infinito y cuando lo encuentra todo es posible en ella. Què buen recurso imaginativo practicas en tu cuento. Felicitaciones, gracias por compartir. Un abrazo en la distancia.
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