Wonderfull Worl

domingo, 8 de julio de 2012

Crochet .


Con paciencia de araña Sagrario tejía sentada cerca de la ventana,desde allí veía pasar a los transeúntes y mientras tejía con crochet azul, esperaba que llegase Crispulo su marido, el secretario de la Jefatura Civil del pueblo. Sagrario era una mujer de mas o menos treinta y cinco años que una vez fue muy hermosa, ahora maltratada por la vida miserable al lado de Crispulo solo quedaba un poco de su antigua belleza , todavía tenia algo de buen cuerpo ,aquellos ojazos verdes y una sonrisa que a veces se asomaba tímidamente cuando veía juguetear a los siete perros satos en el patio de la casa y cuando pasaba Manuelote un antiguo empleado de su padre un mulato de gran tamaño y buen corazon que aun le decía niña Sagrario y le llevaba guayabas o mangos desde que ella estaba jovencita en agradecimiento a don Fabio su padre. 


No habían tenido hijos en seis años Sagrario y Crispulo,otro gran detalle en aquel matrimonio infeliz. Crispulo que llego un día al pueblo con sus aires de Caraqueño que se las sabia todas a trabajar en la Jefatura Civil, habia conquistado el corazon de Sagrario con sus finezas de hombre citadino desde la primera vez que se vieron , a el lo habían conquistado las cuatro casas y la tienda de don Fabio el padre de Sagrario,luego lo inevitable  se casaron y al poco tiempo murió don Fabio.


Fue entonces cuando Crispulo comenzó a amargarle la vida a Sagrario su infeliz esposa , quizo vender la tienda por que no habia quien la atendiera ,el un señor secretario no debía rebajarse a ser tendero, ni su mujer tampoco,la tienda fue vendida tambien las otras casas y Crispulo comenzó a darse la gran vida, después del trabajo se iba a los mabiles del barrio de las cruces que quedaba cerca del cementerio, pagaba tragos ajenos y se deshacía en regalos para las delicadas flores de alquiler que allí trabajaban, se encerraba con alguna en un cuarto para luego irse a casa lleno de una mezcla de olores, pachuli , ron y otros menos nombrables.


Al llegar a la casa recriminaba a su mujer,!para que tejes tanto! tejes y tejes como la penelope(Crispulo era un tipo culto) su mujer le contestaba es un regalo para ti , entonces aquel borracho sonreía y se decía a si mismo ,debe ser un Suéter y se iba a dormir , así fue tejiendo Sagrario todos los días aquel regalo misterioso, así se repetía día a día la triste escena en la vida triste de Sagrario.


Un día llego Crispulo como de costumbre, borracho y oloroso a mabil en el patio ladraban los perros alborotados, se extraño de no ver a su mujer tejiendo en la ventana la busco y no la encontró por toda la casa ,en la mesa del comedor habia una nota que decía  "Me fui con Manuelote tu te lo buscaste, Tambien vendí la casa con todo y muebles el sábado viene el nuevo dueño, para que se la entregues,te dejo tu regalo en el patio adiós para siempre firma Sagrario" de un solo golpe se le paso la borrachera todo se agolpaba en su mente,Esos malditos mangos y guayabas habían sido su perdición pensaba.Cuando abrió la puerta del patio vio con asombro como los siete perros satos jugueteaban mientras llevaban puestos los pequeños suéteres de color azul que habia tejido Sagrario para ellos.


Alguien me dijo hace unos años que Sagrario tuvo tres hijas bellas,mulatas de ojos verdes, hoy es una mujer vieja y feliz que todavía teje con aguja y crochet.


De Juan Francisco Lara Fernandez.


Cagua Julio 2012



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