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miércoles, 4 de julio de 2012

Bartolo y el mar

Cuando murió Bartolo,pocos se enteraron en el pueblo, Bartolo siempre fue discreto hasta en la muerte,siempre callado y meditabundo, pensando en el océano y en sus barcos,en cálidas playas de color dorado con palmeras al viento y el sol acariciándole la panza al mar.Si Bartolo Amaba al mar y sus detalles, era un oceanista o playologo , aunque se que esas palabras no existen. si existieran describirían a Bartolo a veces decía ,quisiera ser un pez grande como los atunes y las agujas que viven y mueren en el mar.


Bartolo sabia mucho acerca del mar, cuantos mares hay, cual es el mas frió o el mas caliente, el mas profundo, el mas bonito o el mas feo,lo sabia todo habia dedicado muchos días de su vida a conocer los océanos y sus misterios,pasaba mucho tiempo en la biblioteca del pueblo, recinto sagrado donde un susurro era castigado con una mirada hostil de la bibliotecaria y un ssshhhhh. 

Pero habia un detalle Bartolo no conocía el mar en persona ,nunca lo habia visto,tal vez por descuido de quienes lo adoptaron desde que era un bebe. o por que ya grande se le hacia muy difícil viajar en autobús con su antigua e incomoda silla de ruedas,nadie tuvo nunca tiempo para llevar a bartolo a conocer el mar, los pocos carros que habia en el pueblo eran de la gente acomodada ninguno de ellos era amigo de Bartolo.

Por los días en que lo conocí ya bartolo estaba muy enfermo tendría unos treinta y ocho y  la artritis infantil que padeció desde su nacimiento lo mantenía cada día mas limitado en cuanto a sus movimientos, la rigidez de sus brazos casi no permitia que manejara la silla de ruedas, aunque su mente era muy lucida y seguía hablando del mar con su voz ronca de cangrejo(supongo que si los cangrejos hablaran su voz seria muy ronca)

Un día se llevaron a Bartolo del pueblo ,sus padres adoptivos estaban viejos y compraron una casa en un pueblo del estado Falcón llamado Puerto Cumarebo, lejos del frió de los paramos andinos. Me alegre mucho por Mi amigo Bartolo por fin estaba cerca del mar que tanto amaba aun sin conocerlo, tiempo después fui a visitarlo, habia encontrado yo trabajo como chófer de un camión pequeño que cargaba hortalizas y en mi ruta estaba el pueblo donde vivia Bartolo tenia la dirección y seria fácil llegar .Mi sorpresa fue grande al encontrar la casa de mi amigo cerrada por fuera con candado. pregunté a unos vecinos donde estaba aquella familia fue entonces cuando me entere que la muerte habia pasado por aquella casa.

Hace unos quince días, ellos llamaron a un taxi para que los llevara a la playa, dijeron los vecinos, querían mostrarle el mar al hombre enfermo de la silla de ruedas, parece que llegando al muelle el carro volcó y luego cayó al mar, tardaron cuatro días en sacar el carro, adentro estaban los dos viejos y el chófer, el hombre enfermo no apareció por mas que lo buscaron .En ese instante me dio mucha tristeza, por los viejos y por Bartolo,Tambien por el chófer. Fue entonces cuando me di cuenta que Bartolo habia cumplido su sueño ser parte del mar,nunca una muerte fue mas apropiada.

Muy pocos se enteraron en el pueblo,por mi parte nunca conté nada, de aquel trágico suceso, así lo hubiera querido Bartolo el era muy discreto.De vez en cuando, al recordar a Bartolo, pienso que no esta muerto, al contrario pienso que vive cruzando los océanos de sus sueños, transformado en un pez feliz, muy grande y fuerte que no necesita usar una silla de ruedas.


De Juan Francisco Lara Fernandez


Julio 2012



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