Doblan las Campanas

Cuando sonaban las campanas , todos sabíamos que Buenaventura era quien las tocaba, desde niño había sido abandonado en el altar mayor por una madre temerosa de la sociedad y se había criado entre los santos y los altares, Las gentes del pueblo de san Lazaro  le llevaban alimento desde chico, y nunca le falto una muda de ropa aunque fuera usada. Buenaventura se encargaba de mantener limpio el templo y de tocar las campanas, cosa que le había enseñado el desparecido Padre Curzio el antiguo cura del pueblo.

Buenaventura sabia todos los toques de campanas .El Ángelus, el toque de fiesta ,El doblar de difuntos,El de gloria cuando moría un niño,  y hasta el toque de arrebato en los momentos de catástrofe, que  toco una vez cuando creció el rió y los caimanes se regaron por el pueblo , todavía quedan algunos de sus nietos ,que viven en los charcos y se comen a los borrachos que duermen en las cunetas.

Buenaventura recogía a los perros de la calle y detrás de la iglesia les había hecho un ranchito para que durmieran, eran unos diez perros, todos feos y abandonados .Lo acompañaban a todas partes incluso aprendieron a subir al Campanario ,y veían como Buenaventura tocaba las campanas, Así pasaban los dias para el , entre las campanas y sus queridos perros. Un día cayo Buenaventura por las escaleras del Campanario ,se partió el cuello y murió a las pocas horas,como era muy querido, las gentes del pueblo estaban muy tristes y lo acompañaron en su funeral en la iglesia, esta  estaba llena y no cabía un alma .

Cuando el padre leía el Oficio de difuntos ,se dio cuenta que no había quien tocara las campanas para el pobre de Buenaventura ,el toque doble de los que se mueren.- Debo enseñar a alguien, pensó el cura-  Entonces como tocadas por ángeles comenzaron a doblar las campanas ,algunos subieron las escaleras para ver quien las tocaba de manera tan perfecta como lo hacia Buenaventura, se escucho el grito !! milagro !!  .Eran los perros  de buenaventura que habían aprendido a tocar las campanas de los muertos. Con sus hocicos halaban las cuerdas y hacían tañer a las gruesas piezas de bronce . Desde ese día no hay perros abandonados en San Lazaro y cuando muere alguien, siempre hay varios perros que suben a Doblar las campanas .Son los descendientes de los perros de buenaventura.