Deje la puerta de la casa abierta y una olla con Incienso encendida, para que pudieran salir los espíritus de los antiguos habitantes ,a los dos días ya no habia ninguno y solo quedaba el viejo fantasma de don Anacleto Palomares.
Me dijo con su acostumbrada timidez y caballerosidad que no tenia donde ir y que deseaba quedarse unos cien años mas .No tuve mas remedio que aceptar que se quedara .Como contradecir a un fantasma tan educado que lleva tantos años muerto .
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